¿Acaso la paz es solamente la ausencia de guerras? ¿La no violencia es una propuesta para poner la otra mejilla? No podemos pensar que es así, porque luchar, proponer y trabajar para la paz es erradicar las causas que provocaron, en todos los tiempos, las guerras y las acciones contra las naciones y los pueblos. Por eso la no violencia se trata de cambiar el mundo, dentro de las posibilidades humanas, para que neutralicemos aquí también muchos de los factores que hoy nos llevan a enarbolan actitudes y posiciones violentas contra nosotros y los otros. Elaborar una estrategia y una cadena de acciones y conductas que modifiquen el incentivo que la actual sociedad liberal-capítalista ha engendrando en millones de seres que tienen la necesidad de sobrevivir al espanto de no tener futuro. No daremos tampoco nuestra otra mejilla para que recibir las cachetadas del sistema, sino que actuaremos sin descanso para cambiar el rumbo de las sociedades hacia los principios del humanismo, la igualdad y la confraternidad, únicos ingredientes que se conciben para las nuevas décadas. Se trata de modificaciones sustanciales en las conductas individuales y en las posiciones colectivas que empujen estos nuevos vientos y abran el camino para construcciones sociales que desarrollen las capacidades y posibilidades de los hacedores, los trabajadores, los pensadores y todos aquellos comprometidos con la marcha inteligente y consciente hacia aquel nuevo horizonte.
Antonio J. González
Escritor - Pintor
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